martes, 2 de junio de 2009

Watchmen



Sé que para ver Watchmen me hice unos sandwiches con faso que nunca me pegaron y tenían un gusto horrible. Por esta razón, al no haberla visto drogado, no sé si es válido incluirla en estos comentarios. Pero de todas formas –ahora que algo sí me pegó– me gustaría llevarla a discusión. Y voy a tratar de ser objetivo, pero la verdad es que soy un fan dolido.
Así que en resumen: no me gustó.
No tengo problema con el final sin calamar. Me pareció un cierre elegante para un problema de tiempo en la película. Meter al calamar significa meter un montón de otras subtramas que, simplemente, no había forma de que entraran en el film. No, mi problema con la adaptación es más bien formal.
Primero, salvando el caso de Rorscharch, no me gustaron las actuaciones. Pero no es importante. La verdad es que no tengo muchas esperanzas en las actuaciones de las películas de superheroes o vigilantes (salvando la excepción de los Guasones de la historia).
Rescato el hecho de que se hayan tratado de respetar los cambios de clima, que se haya tratado de traducir el ambiente de los comics de la edad de oro y de plata. Creo que se nota bien en las escenas entre Nite Owl y Silk Spectre, que bajan un tono hasta llegar a una especie de ridículo conciente. Pero por otro lado, por ejemplo, las escenas de Rorscharch podrían haber aprovechado un poco más de cine noir. (Y por cierto, ¿qué carajo es eso de que Rorscharch mata al hijo de puta a hachazos? ¿Qué necesidad había?). Me parece que si se hubiera acentuado más en buscar diferencias formales entre estas escenas, las de Nite Owl y Silk Spectre no hubieran quedado tan ridículas y fuera de lugar.
Pero creo que el punto en el que más enflaquece la película es en una superficial lectura de trasfondo. Ejemplo: se supone que Nite Owl no ve cómo el Dr. Manhattan mata a Rorscharch, y que después no tiene un ataque de heroísmo espasmódico (ataque de heroísmo espasmódico: cuando un héroe se lanza en un ataque contra el villano dando su grito de batalla o alguna explicación de su punto de vista moral, generalmente finalizando con máximas) porque es un CERDO BURGUES!!! ¡Porque su paz se alimenta de la muerte de los otros! ¡No es un puto héroe, es tan culpable como el resto! Y es uno de los personajes más queribles, más humanos, más identificables. Y en esas paradojas descansa la grandeza del original. En eso y en la sutileza. Se supone que es una historia sutil, no un panfleto. Que plantea preguntas sobre la naturaleza de nuestras sociedades, de nuestros estados de paz, de nuestras utopías, sin darnos a masticar una respuesta. Y ahí la película falla con creces: tiene una necesidad constante de hacer todo más extremo, más adolescente y pochoclero. Estas son las cosas que pasan cuando un yankee traduce la obra de un inglés*.
La música en general me gusto, aunque también me pareció que en muchas partes estaba fuera de lugar. Y esa versión mal cortada del requiem es espantosa. No hay con qué salvarla.
En resumen, me parece que es una adaptación que intentó tanto ser fiel a los detalles del original que se olvido de lecturas más grandes y de cómo ser una buena película. El resultado es un producto tibio: muy ambicioso para ser pochoclero, muy pochoclero para sus ambiciones.

* Sí, sé que es una generalidad muy injusta, pero me valgo de la imagen para ilustrar un punto que tiene que ver más con lo industrial y artesanal que con lo geográfico y/o étnico. Me libro de todo posible juicio de valor.

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